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Ingeniero en Industrias Alimentarias de la Universidad Nacional Agraria La Molina, pero que se dedica a un montón de cosas, como escribir en sus ratos libres. Gusta de política, economía, fútbol, música, entre otros. Hobby principal: investigación histórica, principalmente a la Guerra con Chile, y también investiga sobre el actual desarrollo de las empresas peruanas. Es coautor del libro "La Última Resistencia. La batalla en el Morro Solar de Chorrillos el 13 de enero de 1881".

martes, 28 de julio de 2009

Los buques peruanos en Caldera



Del 17 al 25 de julio de 1879, el blindado Huáscar y la corbeta Unión hicieron una expedición sobre la costa chilena, principalmente sobre Antofagasta, con el objetivo de capturar algún transporte chileno, tal como lo revela el contralmirante Melitón Carvajal en Historia Marítima del Perú T. XI, vol. 2. Se sabía en Arica que el transporte chileno Itata siempre pasaba la noche en altamar, así que la intención era capturarlo antes de que anclara en Antofagasta al amanecer. El primer intento se frustro antes de tiempo porque los buques peruanos fueron vistos en Mejillones cuando perseguían a la cañonera francesa Hugon, a la que confundieron por la corbeta chilena Abtao. Ante esto, los buques peruanos navegaron sobre la costa norte de Chile, destruyendo lanchas y embarcaciones menores en puertos y caletas, regresando después sobre Antofagasta y fue en esa circunstancias que capturaron al transporte Rímac, acción que llevado principalmente por la corbeta Unión, aunque la presencia del Huáscar fue determinante para la rendición del buque chileno.

A continuación, un oficio del Vicecónsul británico en Caldera, informando de la presencia de los buques peruanos en aquel puerto, así como la presencia del blindado chileno Cochrane y la incertidumbre por saber el paradero del Rímac.


V. Consulado Británico

Caldera, Julio 27 de 1879

Sir,

Tengo el honor de informar a Ud. que en la tarde del 20 del presente (domingo) a las 2 p.m., la corbeta peruana “Unión” entró a esta bahía desde el norte y permaneció cruzando arriba y abajo a buna distancia de 2000 yardas de las casas del pueblo. Noticias traídas a nosotros el mismo día por el S.S. “Santa Rosa” que la “Unión” y el “Huáscar” habían estado en Chañaral destruyendo las lanchas allí y que ellos estarían probablemente viniendo aquí. La “Unión” no mostró bandera hasta alrededor de las 3:30 P.M., cuando ella disparó un cañón para detener a la “Santa Rosa” y fue temido ahí que el general Arteaga (quien estaba viajando como pasajero en ella, habiendo renunciado como General en Jefe en el Norte) sería capturado, pero no hizo más que comunicarse con el vapor costero.

Gran excitación prevaleció en este puerto y eso fue incrementado cuando el “Huáscar” apareció a la vista y pronto después (6 p.m.) entró a la bahía después de hablar con la “Unión”. Los dos buques permanecieron en la bahía hasta después de la oscuridad, cuando ellos la dejaron sin hacer ningún acto de hostilidad.

Las tropas fueron llamadas, los hombres ocuparon los fuertes y algunos pequeños cañones fueron emplazados en la playa para resistir el desembarco y ordenes fueron dadas a los fuertes para no disparar, pero hacer fuego inmediatamente al enemigo si ellos intentaran desembarcar o tomar carbón y si ellos hubieron intentado hacer eso, ciertamente hubiera habido un combate.

Los fuertes que nosotros tenemos aquí son dos – uno en el sur de la bahía con dos cañones de ánima lisa de 68 libras bien montados y el otro fuerte, en el norte, un buen cañón rayado Armstrong de a 150 libras, con un buen carruaje y también bien montado. Todos los cañones tenían una muy limitada cantidad de municiones y sólo un buen artillero, un retirado teniente de la marina chilena, quien ha hecho una excelente practica con los tres cañones.

Aquí también hay un cuerpo de tropa de 500 a 600 hombres, los cuales son mineros recientemente enrolados, a quienes se les han estado enseñando y entrenando duro diariamente, pero quienes están sólo armados con viejos rifles Minié de avancarga con una muy mala práctica de tiro, además de la pequeña cantidad de municiones dada a ellos.

Ellos son hombres bien constituidos y pronto serán excelentes soldados.

Las autoridades estaban determinadas a resistir cualquier ataque hecho por los peruanos y es una fortuna para nuestro pueblo que no nos provocaron, prefiriendo destruir las lanchas en Carrizal, Huasco y Chañaral a arriesgar una pelea aquí y la oportunidad de perder a alguien de su tripulación.

El Intendente Don Guillermo Matta vino desde Copiapó con un cuerpo de Bomberos, quienes estaban bien armados y organizados bajo leyes militares, junto con su extinguidor de fuegos para estar listos en caso de un bombardeo.

Esa noche no se permitieron las luces en las calles y el pueblo estuvo estrictamente patrullado, y fue una gran alivio la siguiente mañana encontrar que los buques Peruanos se habían ido.

Lo último que nosotros escuchamos fue que el S.S. “Chala”, el cual arribó aquí en la mañana del miércoles (23) con las noticias de que ella había visto a ellos a las afueras de Taltal la noche anterior y es muy temido que ellos pueden haber capturado al Rímac porque nadie ha escuchado de ellos desde entonces.

El 24, el S.S. “Itata” entró a este puerto con el “Almirante Cochrane” a remolque; el último dejó Antofagasta una vez que escuchó las noticias de que el “Huáscar” descendía por la costa Chilena, y está anclada aquí por unos días con el propósito de limpiar y reparar sus calderas, porque sus tubos están en mal estado y no puede navegar más de 4 nudos por hora, habiendo estado bajo vapor sin intermitencia desde el 12 de febrero último, cinco meses y medio. Los fondos también están cubiertos de conchas las cuales son activamente removidas por buzos.

El 26 el “Itata” zarpó sola con el objeto de buscar al “Rímac”.

Yo tengo, etc.

E. John Mark (firmado)

A J. de V. Drummond Hay

Fuente: Public Record Office F.O. 177 160 X/L 01571
Copia existente en el archivo del Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú